EL LIBRO DE ARTISTA

El libro de artista es un formato más entre los destinados a crear arte, son muchos los artistas plásticos que eligen el formato de un libro para realizar una obra especial.

Tal vez sean las obras más íntimas de sus autores, no se exponen en paredes como los cuadros ni en plazas públicas como las esculturas, solo se muestran cuando el observador se atreve a abrir sus páginas.

Mientras tanto aguarda cerrado, esperando a ser descubierto con la paciencia de un Buda que nada pretende; acepta su papel de guardián de la intimidad del ser que lo creó. No es agresivo, espera a que las personas sean atraídas por él en el momento que ellas estén preparadas para recibir su magia, de otra forma el momento no sería especial ni mágico y tal vez lo cierren sin haber sentido su especial conexión con la mente y el corazón de su creador.

Entra aquí para ver como la artista Johanna Clough crea una de sus obras. El proceso de trabajo de muchos artistas comienza con el enriquecimiento del fondo, en ocasiones llegan a taparlo por completo; pero si ese trabajo de base asoma por un pequeño hueco dejado sin tocar, podremos adivinar la sutilidad, la complejidad y el misterio de su creación.

Una variante del libro de artista es la agenda de artista, la agenda que siempre lleva consigo, donde apunta las cosas que tiene que hacer los días siguientes, se convierte en un improvisado libro de artista. Los días que han pasado se transforman en soportes de obras con muchas posibilidades creativas. A veces páginas completas y otras veces pequeños huecos que son interpretados como lienzos enriquecidos con formas gráficas que todos conocemos como letras. 

Junto al texto o a veces interactuando con él, el autor disfruta de sus momentos libres para realizar pequeñas expresiones artísticas donde no solo dibuja sino que además lleva consigo tres o cuatro herramientas que le ayudan a expresarse. Un rotulador que le gusta, un lápiz de color que le funciona bien, pegamento de barra para pegar cosas que se encuentra, usa, compra... la entrada del cine, el billete de tren, publicidad de un comercio... Cada artista ha dedicado bastante tiempo a encontrar estos instrumentos que le ayudan a expresarse, llegando a adquirir una forma muy personal de transmitir sus ideas.

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